Wearables, prevención y control de padecimientos
Las herramientas tecnológicas podrían ayudar a incrementar la eficiencia de los sistemas de cuidado de la salud gracias a sus funciones de monitoreo, registro y análisis de signos vitales, así como de distintos parámetros de actividad física, hábitos y estilo de vida.
Cada vez es más evidente cómo la tecnología ha alcanzado muchos terrenos de la vida diaria. Existen aparatos para la cocina, oficina, deportes, ¡prácticamente para todo! El uso de objetos electrónicos que permiten facilitar tareas cotidianas es cada vez más más común y parte del mundo actual que busca todo el tiempo agilizar procesos y tiempo.
En la industria de la salud, estos objetos han impactado de manera positiva porque desde profesionales como los médicos y hasta pacientes pueden hacer uso de ellos. El modelo operativo de la mayoría, permite extraer información relevante para monitorear y registrar parámetros de presión arterial, ritmo cardíaco, así como niveles de glucosa. Aquí te contamos sobre los más novedosos y su aplicación en la medicina.
¿Qué son los wearables?
Los wearables son aparatos electrónicos que se pueden colocar en el cuerpo, también reconocidos por términos como “tecnología de vestir” o “dispositivos ponibles”. Se trata de diversos dispositivos que se incorporan en las prendas diarias como complemento que recopilan información de quien los usa o del entorno.
Aunque ya se comenzaba a hablar de los wearables a finales del siglo pasado, su verdadera incorporación a la vida diaria fue hasta el siglo XXI. La diferencia de estos objetos con cualquier otro tipo de gadget es su portabilidad y capacidad por rastrear datos fisiológicos. Algunas características principales son:
- Sistema operativo y apps (software) con constante actualización.
- Interactividad con el usuario a través de pantallas táctiles, micrófonos, sensores o cámaras.
- Intercambio de datos con otros dispositivos como smarthpones, tabletas y ordenadores.
- Funciona mediante la actividad del usuario.
Los wearables y detección de enfermedades
Es cada vez más frecuente encontrar gente con pulseras y relojes inteligentes en las muñecas que detectan el ritmo cardíaco, nivel de estrés, número de pasos dados y otras actividades físicas. Por su facilidad de lectura de la información que arroja, no es necesario ser un profesional de la salud para usarlo.
Si bien uno de los propósitos de los wearables es su alcance al público general para así impulsar vidas más sanas en todas las personas, los profesionales de la salud pueden utilizarlos durante la práctica clínica diaria. Aquellos dispositivos que monitorean diferentes parámetros psicológicos y fisiológicos pueden apoyar el diagnóstico de diferentes enfermedades y la administración de medicamentos de forma más controlada.
En medicina de urgencias y emergencias, algunos wearables mejoran la atención a los pacientes ya que hacen más fácil el monitoreo continuo de constantes vitales sin tener que mantener a las personas conectadas a cables, como es usual con la monitorización tradicional.
Para la fibrilación auricular, por ejemplo, se realizó un estudio prospectivo, de un solo grupo, con 419,297 participantes, que demuestra que los Apple Watch son efectivos para la detección de la enfermedad silenciosa gracias a la capacidad de detección del pulso irregular que tiene este objeto.
El accesorio de Apple registra la frecuencia cardiaca como en PPG, la medida que cuantifica el cambio volumétrico del corazón mediante la transmisión o reflexión de la luz. El algortimo, luego de 4 tacogramas que confriman irregulariadad, alerta con notificaciones por celular e invita a contactar pronto a un médico.
En México se estima que las personas a partir de los 40 años tienen 25% más de riesgo de padecer fabrilación auricular. Uno de los mayores retos no solo es la detección del padecimiento, sino el seguimiento. Para ello, los wearables que pueden reflejar actividad anormal están funcionando para mejorar el diagnóstico y prevenir complicaciones.
En cuanto a padecimientos neurológicos, varios de ellos se caracterizan por anomalías al caminar, como velocidad, longitud y equilibrio deficiente. En ese sentido, los wearables que registran el paso con precisión, más allá del número de pisadas, pueden ser grandes apoyos para visualizar el deterioro de la marcha y así tomar decisiones sobre intervención física o farmaceútica.
Algunos ejemplos de lo anterior son la ataxia, que incluye pisadas fuertes y patrones de marcha tambaleantes; enfermedad de Parkinson, con movimientos lentos y pérdida de movimiento, y la parálisis supranuclear progresiva (PSP), que se relaciona con la disminución de la cadencia y la longitud de la zancada.
Como se puede concluir, los wearables que marcan el paso, por sí mismos, no son suficientes para que sean funcionales en la prevención o toma de decisiones sobre enfermedades y trastornos neurológicos, sino que requieren de la interpretación capactiada de los datos.
Por otro lado, la mayoría de estas tecnologías están diseñadas con un enfoque de persona promedio, lo que excluye a cualquier fenotipo individual o condición particular. Esta limitación puede afectar en la compilación de datos y relegar aspectos importantes para análisis más certeros.
Beneficios de los wearables para pacientes
Durante la pandemia por COVID-19, el monitoreo de la oxigenación fue uno de los temas con mayor relevancia, por ello, la mayoría de las bandas inteligentes agregaron esta funcionalidad. Pronto se notó una tendencia de los consumidores por adquirir en esos momentos el accesorio y fue así como la smartband 6 que se lanzó en 2021 fue la más vendida en México durante ese año.
Entre las ventajas más reconocidas por la gente que usa wearables relacionados con la salud, se encuentran:
- Mejora en la alimentación: el conteo de calorías, así como la medición de glucosa, permiten reflexionar con mayor conciencia qué se consume.
- Mayor actividad física: ya sea por el conteo de pasos o las alarmas para evitar el sedentarismo, se asume una mayor responsabilidad con la movilidad del cuerpo.
- Cuidado en el sueño: el registro de horas y hábitos al dormir permite adpatar mejores rutinas de descanso.
Además de estos grandes beneficios relacionados con hábitos que conducen a una salud favorable, existe un amplio catálogo de productos que promueven el cuidado de menores. Por ejemplo, chupones que controlan la temperatura y glucemia en la saliva de bebés y calcetines para recién nacidos que miden la frecuencia cardíaca y niveles de oxígeno.
La tecnología de los wearable sigue avanzando con una velocidad impresionante, tanto que ya están en desarrollo propuestas como chalecos que miden la congestión pulmonar. Y aunque las aplicaciones son prometedoras y novedosas, continúan requiriendo lo más indispensable: el conocimiento de los profesionales de la salud.